Nuevos radares en carreteras de doble sentido.

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Algunos llevaban tiempo instalados e incluso funcionando en fase de pruebas, pero no ha sido hasta este pasado fin de semana, justo cuando ha entrado en vigor la operación salida más importante del año, cuando la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en funcionamiento cinco nuevos radares fijos en la provincia de Jaén, todos ellos en carreteras convencionales, de doble sentido, donde más siniestros se registran.



Con la puesta en marcha de estos nuevos dispositivos, la DGT pretende reducir el número de accidentes provocados por el exceso de velocidad, especialmente en los puntos negros. Es el caso del radar ubicado en la conocida como carretera de la muerte, la N-432 a su paso por Alcalá la Real, que ha sido testigo de numerosos siniestros mortales en los últimos años. En concreto, el dispositivo está ubicado en el punto kilométrico 39,7, en dirección Córdoba y fotografiará a todos aquellos vehículos que circulen a más de 80 kilómetros por hora.

Otro lugar en el que también son habituales los accidentes y en el que por ese mismo motivo se ha colocado otro radar fijo es la carretera A-316 a su paso por Mancha Real. En concreto, está ubicado a la altura del polígono industrial, en el kilómetro 37 dirección Úbeda. A más de 80 kilómetros por hora, el conductor tendrá sanción.

En Torredonjimeno

Asimismo, la DGT también ha decidido instalar un punto de control de velocidad en la A-306, en el término municipal de Torredonjimeno. Está ubicado en el punto kilométrico 55,7 dirección El Carpio y multará a todo aquel que pase a más de 80 kilómetros por hora.

Y más incluso hay que 'levantar el zapato' en la A-311, en la carretera que une Lahiguera con Arjona en dirección Andújar. El radar está ubicado en el kilómetro 24,9 y saltará cuando alguien circule a más de 60 kilómetros por hora.

El quinto radar fijo que la DGT acaba de instalar está situado en la N-322, en Arroyo del Ojanco dirección Albacete. Está en el kilómetro 215 y en este caso el límite en este tramo es de 100.

Esto cinco nuevos radares vienen a sumarse a los ocho que ya existían en la provincia, de los que cinco están situados en el punto negro por excelencia de las carreteras jienenses, el paso por el Parque de Despeñaperros. Además, existe otro radar fijo en la A-302, en la carretera de Jabalquinto; también en la A-316, en la conocida como Cuesta del Regordillo, cerca de la capital y en la A-44, en las inmediaciones del Puerto Carretero.

Todos estos nuevos dispositivos, aunque a muchos conductores les resulten un incordio, no vienen sino a poner de manifiesto el interés de la DGT en controlar el exceso de velocidad que causa la muerte a cientos de personas en las carreteras convencionales. De hecho en 2007, se produjeron en España 2.741 fallecidos en carretera. La velocidad inadecuada está presente en el 21% de los accidentes con víctimas ocurridos en las carreteras, y en el caso de accidentes mortales, en el 27% se apreció que la velocidad fue un factor concurrente en el mismo. Por tanto, llevar una velocidad adecuada podría evitar prácticamente un tercio de los muertos en accidente de tráfico, unos 900.

Según se desprende del estudio de Nilson (Power Model), una reducción del 5% en la velocidad media supone una reducción aproximada del 10% de los accidentes con heridos y del 20% de los accidentes mortales. En cambio, un aumento del 5% en la velocidad media supone un aumento aproximado del 10% de los accidentes con heridos y del 20% de los accidentes mortales.