Por la boca muere el pez...
el Director General de Tráfico dejó muy claro que su interés prioritario es hacer rentables las inversiones de su departamento. Rentables única y exclusivamente en términos de dinero recaudado y no desde un punto de vista mucho más abierto como puede ser el reducir las víctimas del tráfico, evitar la sangría que para la sociedad supone cada accidente con víctimas.
Para Pere Navarro no tiene sentido poner radares en carreteras de segundo orden donde haya menos de 6.000 vehículos/día, aunque es en esas carreteras donde se producen casi 3 de cada 4 accidentes con víctimas. Es un problema de inversiones y de recuperar esas inversiones.
Para recuperar esa inversión estos radares hay que ponerlos en las rectas, si es posible en bajada, en tramos que no tengán ningún problema de seguridad, porque así es como se hace más caja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario