Después de los dos radares de tramo que funcionan desde diciembre de 2010 en los túneles de Guadarrama de la AP6, en sentido A Coruña, y en el de Torrox (Málaga) en la AP7, la DGT refuerza su arsenal de radares de tramo con tres nuevos controles de este tipo. Estarán operativos desde mañana, aunque durante el primer mes los infractores solo recibirán una carta informativa. A partir del 9 de enero, ya serán denunciados.
Uno de ellos está ubicado el túnel III de Guadarrama, en la AP-6, sentido Madrid, entre los kilómetros 57 y 49, con un tramo controlado de 8 kilómetros en los que la velocidad máxima es de 100 km/h.
Otro está en el túnel do Sartego (Fene, A Coruña), en la Autopista del Atlántico, AP-9 (PK 29,935 al 31,137) sentido Ferrol. El tramo controlado es de 1.231 metros con una velocidad limitada a 90 km/h.
Finalmente, el tercero está en la circunvalación de Zaragoza: Z-40, PK 26,600 a 29,700. La longitud es de 3.100 metros, todos a cielo abierto y con un límite de 120 km/h.
De hecho, el objetivo de este tipo de radares es regular la velocidad en aquellos tramos en los que la seguridad está más comprometida, como son los túneles, viaductos o circunvalaciones de ciudades con una densidad muy alta de circulación de vehículos.
Según las estadística de la DGT, la velocidad inadecuada o excesiva es una de las causas principales de los accidentes de tráfico que está presente en uno de cada cuatro accidentes mortales.
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