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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Frenar con ABS o sin ABS

El conductor tiene que saber que es distinto frenar un coche con ABS que sin él. Cuando se trata de hacer una frenada normal, al llegar a un semáforo o frenar en un atasco, no hay diferencia entre un vehículo con antibloqueo o sin antibloqueo. El problema llega cuando de lo que se trata es de «frenar a muerte» para evitar una colisión o una salida de carretera. Entonces sí hay diferencia y la técnica de frenado es distinta según tenga o no tenga ABS.

Cada día más coches están equipados con antibloqueo de frenos ABS. Es un sistema muy útil pero al mismo tiempo hace falta saber sacarle partido. El antibloqueo hace que, cuando el conductor frena con el pedal hasta el fondo, no se lleguen a bloquear las ruedas.

Si se plantea un caso de emergencia y hay que frenar al máximo, en un coche que tiene ABS, el sistema de frenar es el de pisar el pedal del freno hasta abajo y dejar que el antibloqueo haga su trabajo. De esta forma, el conductor tendrá, durante toda la maniobra de frenada, la posibilidad de mover el volante y de poder esquivar cualquier obstáculo que se presente por el camino. Y lo mismo si de lo que se trata es de frenar en una curva. Frenar levantando el pie para evitar que se bloqueen las ruedas es, pura y simplemente, anular el ABS.

Esta norma de frenar a fondo en caso de emergencia hay que mantenerla siempre, sea cual sea el estado del pavimento. Es decir, que es lo mismo que el asfalto esté seco, que haya agua o que la nieve y el hielo dificulten aún más la maniobra de frenado. Siempre se debe frenar con el pie a fondo cuando se trata de un coche con ABS.

Vamos ahora a analizar el caso contrario, el del coche sin ABS. En este caso se puede pisar a fondo el pedal del freno, pero hay que saber dosificar la presión ejercida sobre el mismo para evitar que se lleguen a bloquear las ruedas. En el caso extremo de tener que frenar sobre un suelo muy deslizante, como el hielo, la presión a ejercer será siempre muy pequeña, ya que de lo contrario perderemos el control del vehículo y será difícil recuperarlo nuevamente.

Esta es la teoría. Frenar con ABS y sin ABS es totalmente diferente. Pero el tiempo de reacción que existe cuando se presenta un peligro imprevisto es muy pequeño. Además, no es el momento justo para ponerse a pensar si nuestro coche lleva o no antibloqueo.

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