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viernes, 18 de septiembre de 2009

Conducir bajo la lluvia

Bueno ya se que todos los correcaminos saben conducir pero unos consejos para recordar:

Cómo conducir:
No te acerques demasiado al vehículo que llevas delante. Evitarás el denominado “efecto spray” (la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas). Además, en caso de frenazo brusco, tendrás menos espacio para detener tu coche con seguridad.

El cambio de temperatura interior/exterior empaña los cristales. Utiliza la recirculación del climatizador o aire acondicionado con aire frío.

No realices movimientos bruscos. La lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto, lo que implica más posibilidades de perder el control del vehículo ante cualquier situación no esperada.

Frena con suavidad y a pisadas cortas para no bloquear la dirección y secar la humedad de las pastillas. Aumenta la distancia de seguridad y reduce la velocidad.

Pon la luz de corto alcance. Si vas muy despacio, no dudes en poner el warning para anunciar que vas a una velocidad anormalmente reducida.

Aquaplaning:
¿Qué es?
Estamos ante uno de los efectos más peligrosos de la lluvia. Se denomina así al deslizamiento y el descontrol del coche producido cuando los neumáticos son incapaces de evacuar el agua que hay en la calzada.

¿Cómo evitarlo?
Revisa tus neumáticos. Si están gastados o son demasiado anchos, tienes más probabilidades de sufrir este efecto. El dibujo del neumático se encarga de evacuar el agua a través de las acanaladuras. Cuanto menos dibujo tenga, menos capacidad de desagüe presentarán. Una velocidad excesiva al pasar por un charco también puede resultar peligrosa.

¿Qué hacer si nos pasa?
Hay una regla de oro: ¡No frenes! Levanta suavemente el pie del acelerador y sujeta con fuerza el volante. No intentes cambiar la trayectoria. Puedes desacelerar, pero, hasta que no sientas que el coche ha recuperado el contacto con el suelo, no debes frenar.

Ojo al cruzar un gran charco Nunca atravieses un charco muy grande sin comprobar su profundidad o que otro vehículo haya pasado antes. No dudes en bajarte del coche y tomar referencias. Cuando lo tengas claro, pasa lentamente y, al terminar, frena dos o tres veces para secar los tambores y/o los discos. Si pasas rápido, puedes perder el control del coche o incluso provocar que el agua entre en la admisión (si esto te ocurre, para y llama al servicio técnico de la marca de tu coche. Si ha entrado agua en el motor, puede provocar una avería grave y muy costosa).

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